jueves, 22 de septiembre de 2011

En busca de un azul legendario


Hace un lustro y algo más, aterrizó en Stamford Bridge la mítica figura de José Mourinho. El genial portugués venía de ganar la Champions, pero obtendría su condición de leyenda en el equipo de Londres. El Chelsea era un equipo de segunda línea en Inglaterra, de altibajos, y, en ese entonces, nuevo rico. Tras el fiasco de Ranieri, la tarea de convertirlos en un grande de Europa se le encomendó a Mourinho, y aún sin ganar la ansiada UCL, y apenas con dos ligas en su haber, José logró, no sólo su cometido, sino que hizo de su equipo uno de culto, de los que se recuerdan a través de las generaciones. Hoy el Chelsea es un grande, y Mourinho leyenda.

Tras un par de temporadas dubitativas, Roman Abramovich, dueño del club, decidió volver a las bases, y repitió el movimiento del verano del 2004. Echó al técnico italiano que no estaba teniendo los resultados deseados, aquella vez Ranieri, esta vez Ancelotti, y contrató al joven entrenador del Porto -Junto con el Manchester, el Barcelona y, aunque últimamente esté a la deriva, el Milan, la mejor institución del fútbol europeo en los últimos 25 años-, que recién ganaba un torneo continental, aquella vez la Champions, previa victoria en la Uefa, esta vez la Europa League, buscando dar con la tecla definitiva que le diese rumbo a su equipo. Con Mourinho, hoy mejor entrenador del planeta, funcionó, y seguramente funcionará con el talentoso André Villas Boas, cuya historia es ya conocida por todos.

Villas Boas se encontró con un Chelsea envejecido, muriendo de éxito. La columna vertebral del equipo de Mourinho, seguía siendo la columna vertebral del equipo. Aún sin Carvalho, Makelélé y Robben, Cech, Terry, Essien, Lampard y Drogba seguían siendo los dueños del equipo, y aquellos llamados a darles relevo, como David Luiz, Obi Mikel,  McEachran o Torres, o no habían dado el rendimiento esperado, o bien aún no estaban listos.  La durísima tarea de renovar un equipo que supo ganar, lleno de ídolos del club, se le había encargado. André partía con dos figuras que tenían seis meses en el club, y que representaron el deseo de Abramovich de cambiar de dirección. El español Fernando Torres, mejor delantero centro de la Premier League, hasta la llegada de Sergio Agüero, y David Luiz, central con tintes de leyenda. Con ellos dos como base, y con el novel McEachran, Villas Boas trazó las primeras líneas de un nuevo Chelsea. Pocos fichajes, ningún nombre rutilante -Ni Neymar ni Modric cambiaron de equipo-, pero, un par de meses después, el Chelsea ya quiere ser otro.

Todavía con matices, la renovación está llegando. El dibujo base, como en Porto, es el 4-3-3. Hasta ahora André ha jugado con las rotaciones, y no ha buscando un once fijo, aunque ha dejado claras varias cosas: 1. Fernando Torres es su nueve titular. 2. Por lo pronto, y a la espera de Romeu, Meireles será el mediocentro. 3. Mata será el titular en la izquierda del tridente. 4 Bosingwa será el lateral derecho. Y 5. Sturridge será titular. Más allá de todo eso, da la sensación de que veremos con más asiduidad a David Luiz e Ivanovic en la zaga, y que Romeu será el mediocentro, mientras Meireles desbanca a Lampard, y qué, si todo va bien, McEachran se impondrá en el 11.

De momento, el portugués ha demostrado ser prudente, y no ha soltado a los niños contra los leones, sino que los ha ido metiendo de a poco, incluso a David Luiz, quién ya jugase partidos de élite con Ancelotti. El miércoles, por Carling, sin embargo, se dio el gusto de alinear a todos menos a Mata (Tampoco jugaron Torres y Meireles), y el resultado no pudo ser más esperanzador. David Luiz de central zurdo, Romeu de mediocentro, McEachran de interior derecho, Sturridge por derecha y Lukaku en punta. Mientras estuvieron todos en cancha, el Chelsea jugó bastante bien y probó cosas nuevas, como una salida lavolpiana, con, irónicamente, Oriol Romeu como figura principal.

El español es un fubolista exquisito, y en cada intervención, con cada descarga, cada giro, cada corte, grita la palabra "MEDIOCENTRO". No tuvo pretemporada y está entrando de a poco, pero no caben dudas de su talento y de que André lo terminará usando de titular. Oriol es buenísimo y está ya para competir con los más grandes, sólo así pulirá los errores que tiene. Menos claro es el caso de McEchran, interior de posesión, zurdo y con fútbol de otro mundo, pero es mucho menos consistente que futbolistas como Wilshere, o el mismo Romeu. El no fichaje de un mediocampista grande para tomar el relevo de Lampard hace imperioso que Josh dé un par de pasos adelante en su crecimiento como futbolista y se imponga, cuánto antes, en el equipo. Va a jugar, seguro, y lo poco o lo mucho que lo haga dependerá exclusivamente de él.

Párrafo aparte merece David Luiz, el futbolista más especial que André tiene a disposición. Con el brasilero no hay dudas: Tiene todo para ser un central de leyenda. Su forma de entender la posición supone lecturas nunca antes propuestas por ningún otro jugador. No hay que confundirse, David Luiz no es uno más de la línea de Lucio o Pepe, sino que se trata de algo totalmente nuevo, único. Su fútbol se mueve hacía nuevas directrices. Cosas como salir a anticipar al interior, detener los desmarques del 9, posicionarse varias veces por partido delante de los delanteros, y su superioridad absurda con el balón, dan pie a que el Chelsea tenga ventajas que nadie más. Luiz aún está verde, todavía no sabe que hay cosas imposibles, incluso para él, en el fútbol. Gran parte del éxito de Villas Boas está en saber encausar todo el talento del ex-Benfica en cosas productivas para el equipo, ya vimos algo de ello en los encuentros ante el Leverkusen y el Fulham, y enseñar al central que no es ilimitado. La gloria de los tres, David Luiz, André Villas Boas y el Chelsea mismo, se encuentra allí.

Por último, nos alegramos con el giro que ha dado el fútbol de Fernando Torres. Tras seis meses pésimos, el español lleva dos partidos muy buenos, ante rivales exigentes, y lo mejor es que todo parece que es sólo el comienzo. Si David Luiz es el seguro a futuro del equipo, Torres lo es a presente. Y todavía nos falta uno. Neymar, Modric, Ganso... El Chelsea necesita fichar a alguno de ellos par optar a todo. Mientras tanto, disfrutemos del proyecto más interesante, y bonito, del panorama europeo.

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