jueves, 16 de junio de 2011

El espejo del mundo

Por kj_vng

¿Qué es más importante, ser el primero en hacer algo y que pase desapercibido, o ser el primero en difundirlo? ¿Vale la pena innovar si resulta que en otra parte, poco tiempo después, alguien llega a las mismas conclusiones… pero con la opción de mostrar a todo el mundo el descubrimiento? Cabe suponer que el inventor original del pressing, Victor Maslov, tendría algo que decir al respecto, porque en esencia esto es lo que pasó cuando, entre 1965 y 1974, Rinus Michels dirigió primero al Ajax de Ámsterdam y luego a la selección holandesa de fútbol.

Antes de iniciar el ensayo, cabría hacerse una idea de la situación deportiva, pero también política y social, de los Países Bajos en los años sesenta. Holanda era una nación, futbolísticamente hablando, intrascendente. El profesionalismo llegó en 1954: hasta entonces, el fútbol neerlandés no había recibido apenas influencia foránea desde que Pim Mulier importase el deporte en 1879. Entre 1880 y 1920 se fundaron y popularizaron clubes como el Feyenoord de Rotterdam, el Ajax de Ámsterdam o el PSV Eindhoven, pero el intercambio con otros países en ese periodo fue escaso, y casi podría decirse que el balompié neerlandés vivió aislado del resto del mundo. Es representativo que cuando se enfrentaron Holanda e Inglaterra en 1948, los primeros aún jugaran con el arcaico 2-3-5 que había imperado en los inicios del deporte.

En términos sociales, el país estaba cambiando. De ser una nación pequeña y aburrida, tierra gris robada al mar, Holanda evolucionaba construyendo una sociedad multiétnica y cosmopolita. El movimiento de los provos era la demostración más radical del cambio, pero en absoluto la única: no sorprende que, en 1969, John Lennon y Yoko Ono decidiesen celebrar su peculiar luna de miel en Ámsterdam. Es lógico, pues, que en ese contexto se gestaran revoluciones… no sólo culturales, sino también deportivas.
Los orígenes del cambio futbolístico, no obstante, se remontan unas décadas atrás, hasta 1945. Fue en ese año cuando el inglés Jack Reynolds, considerado el “padre” del fútbol holandés, volvió por tercera y última vez al banquillo del Ajax de Ámsterdam: allí tuvo como discípulo a un delantero joven, alegre e imaginativo, que respondía al nombre de Marinus “Rinus” Michels, y a quien sus métodos influenciarían sobremanera. Al cabo de unos años, Reynolds cedería el testigo a Vic Buckingham: el ex futbolista británico había militado, entre otros, en el Tottenham, y aseguraba que “el kick and rush es demasiado arriesgado: la clave del fútbol es la posesión”. Aseveración que puede parecer paradójica, pero que casó fácilmente con la concepción holandesa del juego, poco marcada por el estigma ultracompetitivo de otros países y basada en el pase corto, a diferencia de otras culturas.


Buckingham entrenó al Ajax en dos periodos: el primero, entre 1959 y 1961, terminó con una Liga holandesa en las vitrinas del club de Ámsterdam; el segundo, aunque menos exitoso, se demostraría clave en el futuro de la entidad. Corría la temporada 1965-66, el equipo sufría y se acercaba peligrosamente a la zona de descenso, y la directiva se vio obligada a sustituir al entrenador. El elegido fue el antiguo pupilo de Reynolds y del propio Buckingham, Rinus Michels, que se había retirado del fútbol en 1958. Marcado por la metodología de Reynolds, Michels pasó de ser un futbolista desenfadado a un técnico que priorizaba ante todo la disciplina. Su obsesión provocaría choques con algunos de sus pupilos (le apodaron de generaal, “el general”), pero sería esta disciplina colectiva la que, combinada con la genialidad individual de sus jugadores, llevaría sus equipos a la cima del fútbol mundial.

Los inicios de Michels en el Ajax fueron prometedores, pero difícilmente se podrían haber imaginado entonces los logros posteriores: su primer cambio fue el paso de la formación en W-M, ya obsoleta, al 4-2-4 que era tendencia en el fútbol del momento. Michels potenció una generación de delanteros inicialmente formada por Piet Keizer, Sjaak Swart y Henk Groot, con la estrella ascendente de un joven Johan Cruyff: sin embargo, la construcción de su equipo de leyenda comenzaría después… y desde atrás.

El primer paso fue el fichaje de Velibor Vásovic, procedente del Partizan de Belgrado, para reemplazar al capitán y defensa central Frits Soetekouw. El movimiento levantó polémica, pero representó el auténtico tiro de salida para la nueva escuadra a nivel humano. A nivel táctico, el empate a tres en la temporada 70-71 con el Feyenoord de Ernst Happel (que se proclamaría campeón de Europa poco después) demostró de forma práctica que el 4-2-4 presentaba graves problemas a la hora de replegar. Michels reaccionó siguiendo el movimiento de Happel, retrasó a un delantero… y pasó a jugar con en el archiconocido 4-3-3, santo y seña del Ajax y de la Oranje durante años.

Vásovic, por su lado, demostró ser una pieza clave en la evolución del equipo: su habilidad a la hora de sumarse a la media en conducción significó que el Ajax podía pasar fácilmente del 4-3-3 al 3-4-3, disponiendo así de superioridad numérica en el centro del campo. Al principio, sus propios compañeros veían ese movimiento con cierta reserva, pero finalmente se acostumbraron a seguirle, y la línea defensiva empezó a adelantarse de forma coordinada. Mientras, la agresividad de otro futbolista y su capacidad para perseguir incansablemente a los rivales, incluso muy adentro del campo rival, daba alas al equipo a la hora de salir y cerrarle espacios al rival. Este jugador era Johan Neeskens, y su aportación permitía, en suma, realizar una presión adelantada.

El toque final lo iba a dar el propio Michels, como no podía ser de otra forma. De la Final de la Copa de Europa de 1967 entre el Celtic y el Inter se extraía una conclusión, y es que las defensas que acumulaban gran cantidad de efectivos sólo podían ser contrarrestadas con ataques masivos. Michels tomó buena nota de ello, y decidió desarrollar métodos para superar este tipo de estrategias defensivas. Dándose cuenta de que la sorpresa desorientaba sistemáticamente a los zagueros, el entrenador ajaccied empezó a animar a sus futbolistas a intercambiar posiciones, a permutar y aparecer en zonas que originalmente no les correspondían. Con este ajuste nacía el juego de posiciones que definiría el fútbol moderno, donde es la zona y no el futbolista individual lo que determina el rol del jugador en cada situación: y como en ese momento, a toda innovación holandesa se le asignaba el calificativo Total (Arquitectura Total, Energía Total, Urbanismo Total), esta nueva forma de jugar al balompié recibió el apodo de totaalvoetbal, Fútbol Total.


Los métodos de Michels producían, no obstante, un gran desgaste, especialmente en las relaciones con los futbolistas: su método autoritario le granjeaba en ocasiones la antipatía de aquellos con quienes trabajaba, y no es extraño que una combinación entre éxitos y malas relaciones con la plantilla le llevaran, en 1971, de Ámsterdam a Barcelona. Su testigo en el Ajax lo recogió el rumano István Kovács, técnico de menos calado que se limitó a prolongar la herencia de Michels. Kovács tuvo el mérito, eso sí, de conseguir mantener al equipo en todo lo alto hasta 1973, poco antes de que la gran estrella de la escuadra, Johan Cruyff, hiciera las maletas hacia el FC Barcelona para acompañar a Michels en su periplo. Ambos tuvieron también tiempo para liderar, cada uno en su rol, la selección holandesa en la Copa Mundial de la FIFA de 1974… y el resto es historia.

5 comentarios:

  1. Un excelente relato de lo que fue el pricipio y el gestor del futbo total

    ResponderEliminar
  2. Excelente trabajo, los tres artículos a cual mejor y perfectamente enlazados. Historia del fútbol mundial. Gracias

    ResponderEliminar
  3. @ Anónimo

    Muchas gracias, los méritos para KJ!

    @ Papito

    Ilusión que estés siguiendo el trabajo. Kj es un crack de esto, se documentó muy bien y creo que los tres artículos sientan bases muy buenas para lo que está por venir.

    Gracias a ti. ^^

    ResponderEliminar
  4. Pues, muy tardío, pero voy asimilando el gran trabajo que han hecho.

    Sólo he leído estos tres inciciales, felicidades. Tiene pinta ésto de documento impagable.

    Esta tarde me empapo dos más!

    ResponderEliminar
  5. @ Mencey

    Primero, un honor que te pases. ^^

    Segundo, muchas gracias por la acogida. Se ha hecho un trabajo muy bueno, creo yo. Espero que lo disfrutes. Y que comentes!! ;)

    ResponderEliminar